miércoles, 3 de diciembre de 2008

La utopía está en el horizonte. Me acerco más pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos, y el horizonte se aleja diez pasos más allá. Entonces uno se pregunta ¿Para que sirve la utopía si siempre se aleja? Para eso sirve, para caminar. Para tener una utopía hay que tener fe. Para creer que eso que deseamos es posible. Una utopía por definición es algo que no existe. Un puerto inalcanzable, pero necesario para viajar. La utopía es una llamada a la ilusión, al inconformismo, a la rebeldía, al compromiso. La utopía es una llamada a la esperanza. Por eso para cambiar el mundo es tan necesaria.

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